Pablo Salinas revivió la partida ganada en la Copa del Mundo, declarada la mejor del año.
En medio de su respectiva cuarentena en Santiago, tras regresar a Chile desde Rusia, el penquista Pablo Salinas repasó la jugada en su debut en el Mundial de Ajedrez que maravilló al mundo, siendo catalogada como la partida del año.”En el primer turno me tocó con Mads Andersen, un danés de mayor ranking que yo, la primera partido me tocó con negras. En el ajedrez, quien juega con las blancas tiene una pequeña ventaja porque inicia, entonces mi idea era jugar tranquilo y ver qué salía. Conocía a lo que estábamos jugando, pero llega un momento en que ya hay que comenzar a buscar combinaciones”, comentó a La Estrella.El quiebre en la partida llegó en la jugada 16, cuando su rival quiso sorprender a Pablo con un movimiento. “Ahí me hace algo que yo no conocía, me sacó de lo que tenía preparado. Era una posición de doble filo para él, y eso me favoreció, porque pude hacer mi combinación y resultó”, añadió.Junto a esto, detalló que “en un momento vi una combinación que involucraba sacrificios de dama, lo que en el ajedrez es raro, porque como es la pieza más valiosa uno la cuida, yo la sacrifiqué tres veces, terminó la partida y feliz de haber ganado. Había que jugar al otro día todavía, aunque claro, si gané jugando con negras, se suponía que al otro día con blancas tendráa más chances de ganar. La segunda partida fue empate, así que avancé a la siguiente ronda. Acá es como en el fútbol, si pierdes te vas eliminado, para la casa”, expuso.”Después de ganar llegué al hotel, y empezaron a llegar los mensajes de amigos, y empecé a ver que esa partida estaba saliendo en todos lados, que llegó hasta Chile, lo que es raro, porque acá no hay tanta cultura de ajedrez, eso le dio más realce al tema”, agregó.Finalmente, Salinas reconoció que “mi idea es que esto sirva para que el ajedrez se visualice un poco más, creo que Chile podría tener buenos eventos, un buen ajedrez, espero que haya más interés a futuro. Acá en Sudamérica no hay tantos eventos como en Europa. Haciendo un símil con el ajedrez, en Chile estamos como en la esquina del tablero, y tener que irnos al medio para poder competir, entonces sería bueno que las cosas estuvieran más cerca”.