Se indaga posible vinculación con un atentado incendiario ocurrido poco antes en cercanías y donde se encontraron mensajes aludiendo a privados de libertad en huelga de hambre.
Un joven de 21 años falleció en las últimas horas producto de un ataque armado ocurrido en la ruta rural de Cañete, región del Biobío.
Así lo informó hoy el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien lamentó el hecho e indicó que se indaga la vinculación con un atentado incendiario ocurrido minutos antes en la zona.
Lamentamos con dolor la muerte de un joven de 21 años que falleció en el hospital de Cañete como consecuencia de un ataque con arma de fuego en la comuna. Esto ocurre con posterioridad a que una familia en las cercanías de laguna Lloncao fuera forzada a abandonar su casa. Su casa y una cabaña adicional fue quemada por parte de sujetos encapuchados”, explicó.
Y continuó: “Como Gobierno condenamos esta acción. La policía está desarrollando todas las labores investigativas y nosotros estamos levantando todos los antecedentes para proceder con acciones que correspondan en el lugar”.
El subsecretario señaló que en el lugar de dicho ataque se encontraron escritos que aludían a personas privadas de libertad y actualmente en huelga de hambre, como también a la aplicación del convenio 169, sobre los derechos de los pueblos indígenas y tribales dentro de los Estados-nación.
“Ninguna demanda, por legítima que sea, justifica estos niveles de violencia, menos aún cuando hoy tenemos que lamentar la muerte de un joven cañetino de 21 años producto de un ataque armado”, cerró.
NUEVOS INSUMOS PARA EL 18 DE OCTUBRE
Galli se refirió también a la adquisición de nuevos insumos por parte de Carabineros a fin de enfrentar el primer aniversario del estallido social del 18 de octubre de 2019.
“Hubo una convocatoria por parte del Presidente y el Senado a un consejo para analizar lo ocurrido y los cambios que hay que hacer. Y Carabineros tomó esa misión como propia y lo que han visto es que no solo está Carabineros mejor dotados, con mejores medios como carros lanzaaguas, cámaras corporales -que no solo significa la capacidad de llevar evidencia de lo ocurrido, sino también un fin de transparencia total de la policía-, pero también eso genera la inhibición de aquellas personas que quieran cometer delitos aprovechando la ocasión de una manifestación o del ejercicio del derecho de reunión”, explicó el subsecretario.
Por su parte, el director nacional de Orden y Seguridad, general inspector Ricardo Yáñez Reveco, descartó la compra de armas, precisando que lo adquirido fueron principalmente elementos para resguardar al personal uniformado.
“Los elementos que se adquirieron son particularmente de protección. Cuando se habla de escudos de 1,80 es para prevenir que el lanzamiento de objetos contundentes cause lesiones de tobillos, pies. Los visores que son parte del protector mandibular del caso es para evitar las múltiples fracturas que reciben los carabineros en su rostro, como también la pérdida de piezas dentales. Los guantes antitraumas son ante múltiples fracturas de carabineros en sus manos ante lanzamiento de objetos contundentes”, acotó el policía.
Y cerró: “No se compró ningún tipo de armamento para hacer control de orden público”.