El país europeo contabiliza hasta ahora 6.257 contagios por coronavirus, incluidas 616 muertes.
Un severo cierre de fronteras ha entrado en vigor este martes en Hungría, el único miembro de la Unión Europea (UE) que en estos momentos adopta esta drástica medida destinada a evitar las importaciones de casos de coronavirus.
Desde hoy, los ciudadanos extranjeros sólo pueden entrar en el territorio húngaro con excepciones justificadas, como la concedida para quienes por trabajo deben cruzar la frontera a diario, siempre y cuando provengan desde un radio máximo de 30 kilómetros y no permanezcan en el país por más de 24 horas.
Asimismo podrán entrar las personas con un contrato laboral de más de 30 días en el país, o a los participantes en “eventos deportivos, culturales y religiosos de importancia”, como también el paso de convoyes militares, el tránsito a otros países por corredores determinados y los viajes diplomáticos y oficiales.
Si bien hay excepciones para los “viajes de negocios”, éstos estarían también muy limitados, según informan los medios de la vecina Austria, país que ha protestado por los efectos negativos que prevé tendrá para su economía el cierre húngaro.
“En el futuro, los viajes de negocios de Austria a Hungría sólo estarán exentos de la prohibición de entrada si una empresa austríaca tiene una sucursal en Hungría“, ha resaltado la agencia austríaca APA.
Con respecto a los turistas, la única excepción dada a conocer hasta ahora afecta a los viajeros provenientes del resto de países del Grupo de Visegrádo, a saber, la República Checa, Polonia y Eslovaquia.
El ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, informó anoche de que los visitantes de esas naciones podrán entrar bajo la condición de que lleguen con alojamiento reservado en Hungría y presenten el resultado negativo de al menos un test de coronavirus.
Las restricciones no afectan a la entrada o el paso de mercancías.
Los ciudadanos húngaros que regresan a su país de una estancia en el exterior deben permanecer 14 días en cuarentena, aunque pueden poner fin al aislamiento antes si en los primeros cinco días se someten en Hungría a dos pruebas de coronavirus, separadas con un intervalo de 48 horas, y demuestran que ambas dieron negativo.
En cuanto al partido de la Súper Copa que se disputará en Budapest entre el Bayern Múnich y el Sevilla el 24 de septiembre, el Gobierno ha adelantado que prevé dar luz verde a la entrada de un máximo de 6.000 aficionados -3.000 de cada club-, aunque aún está negociando con la UEFA los detalles al respecto.
Desde el primer brote de la pandemia en marzo, Hungría, con 9,7 millones de habitantes, ha contabilizado hasta ahora 6.257 contagios por coronavirus, incluidas 616 muertes relacionadas con el covid-19.