El más premium de los Galaxy S se renueva, con una pantalla que se posiciona entre las mejores del mercado, un diseño llamativo y una cámara que rinde bien en fotos y videos.
El año pasado Samsung presentó un nuevo nivel de tope de línea. Durante varias generaciones la firma había usado la nomenclatura “Plus” para hablar de sus equipos más premium, pero en 2020, con el Galaxy S20, lanzó un nuevo nivel: Ultra. Ahora, un año después y en el tercer teléfono en usar el nombre, la idea queda más clara. Se trata del Galaxy S21 Ultra, el más reciente de los smartphones de Samsung, anunciado hace un par de semanas y el cual pudimos probar por unos días. Partamos por el diseño. En una de las movidas más inteligentes que ha tomado en un buen tiempo, Samsung decidió dejar de ignorar el gran tamaño del módulo de cámaras traseras y lo integró a la estructura general del teléfono. Así, el lado izquierdo del bloque de lentes se extiende hasta llegar al borde y juntarse con la estructura de metal del cuerpo del S21. Es un cambio leve, que no achica realmente el espacio de las cámaras pero que sí lo hace verse más natural e intencional. El cambio está presente en toda la línea S21, pero en el modelo Ultra es donde logra su máxima expresión, impulsado por un nuevo color, “Phantom Black”, que apuesta por una textura matte, suavizada, que se ve muy bien y resiste de buena manera las huellas dactilares. Es un cambio que puede parecer menor, pero le da un look premium al teléfono. Su pantalla también merece una mención. Se trata de un display de 6.8 pulgadas con resolución de 3200×1440. Como viene ocurriendo desde hace un par de generaciones, la nueva pantalla reproduce colores muy bien y logra un buen equilibrio de brillo y saturación. Pero lo más llamativo es su tasa de refresco. El año pasado Samsung introdujo la posibilidad de llevar la pantalla de los tradicionales 60 Hz a 120 Hz, un cambio que hace que todo en el equipo se sienta más rápido, desde la respuesta al input del usuario hasta las animaciones.
El problema es que en el S20 Ultra, había ciertas limitaciones: no se podía usar la pantalla en 120 Hz y en su máxima resolución al mismo tiempo. Pero esta vez, en el S21 Ultra, Samsung habilitó esa opción, a través de un sistema variable, subiendo a 120 Hz cuando es necesario. Si bien esto puede tener un impacto en la autonomía de la batería, es menor y el teléfono sigue durando un día y más sin necesitar un cargador, y el cambio es realmente notorio. Deja al S21 Ultra como uno de los teléfonos con mejor pantalla en el mercado. La experiencia también se ve mejorada: la navegación en sitios de noticias o en redes sociales se siente considerablemente más fluida. Y esto se ve impulsado por los detalles técnicos del equipo: un chip Exynos 2100 (desarrollado por la misma Samsung) y 12 GB de RAM que hacen que no haya situación de uso que no pueda enfrentar, desde un uso más casual hasta juegos altamente demandantes en gráficas. Las cámaras también son un punto importante en la experiencia. Samsung volvió a apostar por un sensor principal de 108 megapixeles, que va acompañado de un ultra angular de 12 MP y, por primera vez, dos lentes telefoto para imágenes a distancia: ambos sensores de 10 MP, para capturar imágenes a 3X y 10X. ¿Qué significa esto? Que, al usar el zoom en la cámara, las capturas de 3X y 10X se hacen con un acercamiento óptico y no digital, lo que permite más calidad de la imagen. El teléfono sí permite también un zoom digital, llegando incluso hasta 100X, tal como se hizo con el S20 Ultra el año pasado, aunque esto generalmente no produce muy buenos resultados y es más una exhibición de tecnología que algo útil en el uso diario. Por el lado de la cámara frontal, el S21 Ultra cuenta con un único lente con un sensor de 40 MP que produce buena calidad de imagen. ¿Son buenas las capturas? Tanto en foto como en video, el nuevo Ultra logra muy buenos resultados, de los mejores que se pueden ver en el mercado actualmente, aunque siguen el estilo que la marca muestra desde hace un par de años. Esto significa que, por ejemplo, en un paisaje con áreas verdes y un día solado, los verdes se van a ver más intensos que en otros equipos y el cielo más azul. Esto no es necesariamente algo negativo. Por el contrario, para muchas personas tener una imagen más brillante y de colores fuertes es en sí un mejor resultado.
Hay otros detalles del S21 Ultra que lo posicionan de buena manera, como un lector de huella dactilar bajo el display que es de los más rápidos que se ha visto (y una alternativa cada vez más atractiva en este mundo de mascarillas donde el reconocimiento facial no funciona muy bien), el novedoso soporte para el lápiz digital S Pen que ya se usaba en la línea Galaxy Note, y una experiencia Android que aunque modificada por Samsung, no entorpece el uso y entrega un buen nivel de personalización (y ahora las apps “duplicadas” de Samsung, como el navegador o el calendario, son opcionales). Pero también hay un par de novedades que pueden ser un poco incómodas. Primero, la decisión de Samsung de no incluir un cargador en la caja. Tal como lo hizo Apple con el último iPhone, Samsung eliminó de la caja el cargador y los audífonos, dejando sólo un cable que tiene USB-C en los dos extremos. USB-C es un conector versátil y moderno pero aún no muy masivo, por lo que a menos que el usuario venga de un teléfono muy reciente, lo más probable es que tenga que sumar el valor de un cargador al precio del S21. También está la decisión de eliminar la expansión de la memoria mediante tarjetas microSD, que obliga al usuario a quedarse sólo con la capacidad interna. Pero estos son detalles menores. El Galaxy S21 Ultra parece ser la máxima expresión de un teléfono Android en este momento: una pantalla grande, de alta resolución y 120 Hz, un diseño moderno, un funcionamiento ideal y una cámara que logra muy buenos resultados. Todo esto tiene un alto precio -especialmente si se considera la situación económica provocada por la pandemia- pero para quien pueda acceder a él, no se va a decepcionar.