TikTok anunció que presentó una demanda contra el gobierno de Estados Unidos por decisiones “altamente politizadas”.
Aquello debido a la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de bloquear a la red social china acusándola de espiar para Pekín.
Hoy presentamos una demanda en un tribunal federal contra los esfuerzos de la administración para prohibir TikTok en Estados Unidos”, indicó la compañía en una publicación de blog, en la que aseguró que no presentó la acción “a la ligera”.
“Estamos totalmente en desacuerdo con la posición del gobierno de que TikTok es una amenaza para la seguridad nacional”, indicó.
A medida que aumentaban las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo, Trump firmó una orden ejecutiva el 6 de agosto dando a los estadounidenses 45 días para dejar de hacer negocios con la empresa matriz china de TikTok, ByteDance.
A la par, el magnate estableció plazo hasta noviembre para la venta forzada de la aplicación a una empresa estadounidense.
Así, el gobierno amenazó a la empresa con bloquearla en Estados Unidos después del plazo si no se deshacía de la red o no liquidaba sus operaciones en el país.
Medidas politizadas
Para TikTok, la administración estadounidense no ha tenido en cuenta ninguno de sus esfuerzos en materia de transparencia y comunicación. La demanda, afirmaron, es una medida desesperada.
“Con esta orden ejecutiva que amenaza con prohibir nuestras operaciones en Estados Unidos, que de paso elimina la creación de 10.000 empleos en Estados Unidos y perjudica irreparablemente a los millones de estadounidenses que recurren a esta aplicación para divertirse y aprovechar un medio particularmente vital durante la pandemia, simplemente no tenemos otra opción”, agregaron.
Esa decisión “tiene el potencial de despojar a esa comunidad de los derechos sin ninguna evidencia que justifique una acción tan extrema”, sostuvieron en el documento.
La aplicación ha sido descargada 175 millones de veces solamente en Estados Unidos y más de mil millones de veces en todo el mundo.
El presidente estadounidense ha estado acusando durante meses a esta plataforma destinada a compartir videos cortos, y generalmente de tono divertido, de desviar datos de usuarios estadounidenses en beneficio del gobierno chino.
La compañía ha dicho que nunca ha proporcionado ningún dato de un usuario estadounidense al gobierno de Xi Jinping y la postura represiva de Trump ha sido criticada duramente por Pekín, que la calificó de “política”.
La orden de Trump no especifica las consecuencias prácticas, pero la prohibición podría obligar a gigantes como Google y Apple a eliminar la red de sus tiendas de aplicaciones, impidiendo efectivamente que se utilice en Estados Unidos.
TikTok argumentó en la demanda que la orden de Trump fue un uso indebido de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional porque la plataforma no es “una amenaza inusual y extraordinaria”.
También dijo que no está dentro del alcance de la ley utilizada por Trump para justificar su decreto, que se refiere a los “proveedores de telecomunicaciones”.
Inconstitucional
TikTok acusó en su demanda que no contó con el beneficio del “debido proceso”, como lo garantiza la quinta enmienda de la Constitución de Estados Unidos, ya que la empresa no tuvo la oportunidad de presentar sus argumentos antes de la firma del decreto.
“Creemos que la administración ignoró nuestros vastos esfuerzos para abordar sus preocupaciones, que llevamos a cabo plenamente y de buena fe incluso cuando no estábamos de acuerdo con las preocupaciones en sí”, indicó TikTok.
Según informes de distintos medios, Microsoft y Oracle son potenciales pretendientes para adquirir las operaciones estadounidenses de TikTok.
La primera incluso había reconocido contactos en ese sentido, pero TikTok poco después había anunciado que estaba en Estados Unidos “para quedarse”.
En el caso de Oracle, cuyo presidente Larry Ellison ha recaudado millones en fondos para la campaña republicana a favor de Trump, la firma estaba sopesando una oferta para las operaciones de TikTok en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
El conflicto ocurre en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas y comerciales entre Washington y Pekín.
Pero, además, estas medidas llegan antes de las elecciones del 3 de noviembre en las que Trump busca la reelección y figura en los sondeos detrás de su rival demócrata Joe Biden, por lo que parece apelar en su campaña a un mensaje cada vez más estridente contra el gobierno de Pekín.