La economía británica anotó su mayor desplome desde que comenzaron los registros en 1955.
El Reino Unido ha sufrido el mayor impacto de la pandemia de coronavirus entre las economías europeas importantes, lo que intensifica la presión al Gobierno para que la retirada de sus programas de apoyo no descarrilen la incipiente recuperación.
El PIB cayó un 20,4% en el segundo trimestre, el mayor desplome desde que comenzaron los registros en 1955 y la caída más acusada de las economías europeas importantes hasta la fecha. También ha arrastrado a Gran Bretaña a su primera recesión desde 2009.
El informe se suma a datos que mostraron una pérdida masiva de empleos desde el comienzo de la pandemia. El ministro de Economía, Rishi Sunak, reconoció que habrá más sufrimiento.
“He dicho antes que los tiempos difíciles estaban por venir, y las cifras de hoy confirman que los tiempos difíciles están aquí”, indicó después de conocerse el dato. “Cientos de miles de personas ya han perdido sus empleos, y lamentablemente en los próximos meses muchos más lo harán”.
Ello expone los riesgos de una reducción del apoyo del Gobierno a las empresas y los trabajadores demasiado pronto. Casi 10 millones de trabajadores están en programas de cese de empleo temporal según los cuales el Gobierno paga los salarios. Sunak insiste en que ha llegado el momento de comenzar a retirar gradualmente esa ayuda.
Si bien se está produciendo un repunte -la producción del Reino Unido aumentó un récord de 8,7% en junio, superando los pronósticos-, los datos de alta frecuencia, como el gasto en tarjetas de crédito y el uso de electricidad, aún están muy por debajo de los niveles previos a la pandemia.
“Las rápidas tasas de crecimiento observadas en algunos sectores, como la hostelería, nos dicen más sobre hasta qué punto el bloqueo dañó la actividad económica que sobre las perspectivas de una rápida recuperación”, según James Smith, director de investigación del centro de estudios Resolution Foundation. “Dado que muchas empresas no pueden operar normalmente, la recuperación llevará tiempo”.
Hay otras señales preocupantes de que el repunte pronto podría quedarse sin fuerza.
Los aumentos localizados de contagios han aumentado las preocupaciones sobre nuevos cierres, el apoyo salarial del Gobierno se está eliminando gradualmente y las empresas enfrentan aranceles más altos si el Reino Unido no llega a un acuerdo comercial con la Unión Europea para finales de año.
Economistas e inversionistas esperan que el Banco de Inglaterra impulse su estímulo monetario a finales de este año mediante el aumento de las compras de bonos. El banco central ya ha inyectado miles de millones de libras en el sistema financiero y ha reducido su tasa de interés de referencia a casi cero.
Los bonos del Gobierno del Reino Unido señalan un continuado pesimismo sobre las perspectivas de una rápida recuperación económica. Los rendimientos de la deuda a cinco años, aunque aumentan, aún se encuentran entre los puntos más bajos de la curva, en una señal de que el mercado aún espera que el Banco de Inglaterra tome más medidas de relajación.